La decisión de inversión en bienes de capital, más precisamente en equipamiento, suele conllevar un tiempo de análisis extendido donde se toman en cuenta distintas variables. Podría ser que la inversión tuviera como antecedente la necesidad de ampliar la capacidad productiva, o bien de reemplazar equipamiento obsoleto, o renovar flota, o aplicar a una obra o negocio determinado que requiriera la incorporación de tecnología, o bien como parte de un proyecto de inversión. En todos los casos tanto la oportunidad de la compra como su financiamiento requerirán un estudio detenido de las mejores opciones.
Aún cuando el dinero es un bien fungible y eso nos pueda llevar a pensar inmediatamente en que es lo mismo una entidad que otra, un crédito u otro, y por tanto la más importante o única variable a tener en cuenta es su costo, este no es necesariamente el único factor que justifica la decisión a favor de un financiamiento.
Aun cuando una necesidad puntual o bien una decisión de inversión se den en un momento dado y requieran un financiamiento en ese momento dado, todos los financiamientos tendrán un efecto en el futuro de la empresa por dos razones:
Por lo anterior, cuando se trata de financiamientos de bienes de capital, es necesario definir una estrategia en el tiempo y más allá de la necesidad puntual (esto lo tratamos en la nota: DISEÑO DE UNA ESTRATEGIA DE FINANCIAMIENTO), lo que nos lleva a considerar los siguientes puntos a la hora de tomar una decisión: